5.5.06

Domest�came.

De esta manera el principito domestic� al zorro. Y cuando se fue acercando eI d�a de la partida:

-�Ah! -dijo el zorro-, llorar�.

-Tuya es la culpa -le dijo el principito-, yo no quer�a hacerte da�o, pero t� has querido que te domestique...

-Ciertamente -dijo el zorro.

- Y vas a llorar!, -dijo �l principito.

-�Seguro!

-No ganas nada.

-Gano -dijo el zoro- he ganado a causa del color del trigo.

4.5.06

Baile Ritual

Festejemos, hermanos, ya que hoy se alinear�n los planetas, para que todos disfrutemos de este evento maravilloso que nos convoca.
01:02:03 04/05/06

27.4.06

Bailemos

Si ya de por si es lindo encontrar una canci�n que nos agrade, que divertido es descubrir que uno va caminando por la calle, al mismo ritmo que la canci�n. Esa canci�n, tiene nuestro ritmo, es para nosotros. Entonces, se suben las escaleras cantando, casi bailando. Se sonrie nada m�s por saberse conocedor del secreto de cada pisada, acompa�ando los acordes. El buen humor est� casi garantizado. Ahora, si es linda una canci�n a tu ritmo, cu�nto mejor es encontrar una persona a tu ritmo. Cu�nto mejor.

24.4.06

La Metro Rebeli�n (parte II)

Nunca paramos a pensarlo, pero sonaba l�gico: el escenario ya estaba preparado para que todo esto sucediera. Los �nimos venian caldeados despu�s de semanas de maltratos, de abusos. En realidad, ni ellos ni nosotros ten�amos la culpa, pero quedamos en el medio. Estaba cantado, en alg�n momento se ten�a que ir todo a la mierda... y ese d�a lleg�... Estoy esperando, parado. Feliz, ya que pude salir temprano del trabajo, para no tener que viajar apretado hasta casa. Si no estuviera prohibido, prender�a un cigarrillo para disfrutar el momento. Cuando uno tiene que conformarse con peque�os placeres, llegar 30 minutos antes a la casa, un viernes, se posiciona bien alto en la escala de valores. Pasa la primera formaci�n, sin detenerse. Raro, pero a veces van directamente a los talleres, por alg�n desperfecto. Nada de que preocuparse en realidad, as� que ojeo el diario un poco. Cinco minutos luego, la misma situaci�n. Llega una formaci�n al and�n, despacio, vac�a, las luces apagadas, y sin detenerse comienza a acelerar, dejando en claro que no era para nosotros. "�Que carajo...?" exclamo despacio, para que no me oiga la gente que, lentamente, comenz� a sumarse. Despu�s de otros quince minutos, la situaci�n ya era otra. Las formaciones ya no pasaban y el calor, el amontonamiento y el olor comenzaban a ser demasiado notorios. De que mal humor que me ponen estas cosas, con la frente brillosa y las gotas de sudor que me recorr�an la espalda. Que asco, no solo estaba llegando tremendamente tarde a casa, a mi oasis, sino que me hac�an viajar con todos los obreros, con todos estos negros amontonados... Una hora despu�s, comienzan a resonar los parlantes. Y el grito conjunto, la puteada generalizada. "Paro sorpresivo" (casualmente, hace m�s de una hora que lo sospech�bamos) y la marabunta de manos tratando de alcanzar la boleter�a, para quejarse. Pero en lugar del t�pico representante devolviendo los boletos que la gente pag�, encontramos matones detr�s de los vidrios, anunciando que no se iba a devolver nada. El resto, fue obvio: empujones, gritos, apretes, hasta que alguna mujer cay� al piso, la pasaron por encima, y alguien arroj� la primer trompada...

10.4.06

Esta noche

Esta noche no necesitamos excusas. Somos los dos, ancla y muelle, amarrados entre s�banas. Un mar de caricias rompe contra nuestros cuerpos, y el alba es el faro que indica el camino en la noche de tus cabellos... Estamos atrapados en este cuarto, nos es imposible salir, ya que los dos somos la victima, el culpable, el delito, el castigo y la c�rcel. Es imposible salir, no podr�amos salir, porque no deseamos salir. No existo, no soy. Son tus manos las que me dan forma, las que definen, las que me dan una raz�n para existir, las que rompen el vac�o y me inventan. En silencio, cerrando los ojos, me dibujas de perfil. Nuestras bocas rebalsan en besos, se derraman y caen en tus hombros, resbalan por tu espalda, que vibra al tono de tu cuerpo. No lo notamos, pero exudamos notas, hacemos m�sica al movernos. En la habitaci�n hace diez minutos que el tiempo ya no transcurre, ya no avanza. Y te miro, te tengo cerca, te respiro, me derrito, te huelo, te aspiro, te deseo. Est�s a mi lado, mir�ndome, respir�ndome, derriti�ndote, oli�ndome, aspir�ndome y dese�ndome. A tu lado. Y hay pelos revueltos y sudor. Hay cosquilleos, temblores, cansancio, hay ruidos en la panza, hay sed. Dos sonrisas llenan el cuarto. Hay luz. Hay un hombro que es mordido. Y todo vuelve a renacer, todo comienza de nuevo. Anclas, Castigos, Manos, Notas, Miradas, Temblores.

7.4.06

La Metro Rebeli�n (parte I)

En los actos m�s violentos de la vida, siempre existe una constante: El no saber muy bien en que momento comenz� todo. Un beso, un asesinato, una pelea, una revoluci�n. Este caso no fue distinto... El caos. Y en el medio yo, luego de recibir un golpe que claro, nunca vi venir. Intent� evitar el piso, pero el piso ya ven�a demasiado r�pido. Me levant� como pude, escupiendo sangre y algo s�lido que, despu�s, descubrir�a fueron dos dientes. Entre toda la gente convulsionada, entre los gritos y las corridas, me tiro debajo de un cartel y respiro. En el piso se est� mejor, no hay tanto humo ni se siente tanto el calor del fuego... Corren. Los hicimos retroceder otra vez. La gente comienza a dispersarse, o al menos, a no estar tan amontonada, as� que busco ponerme de pie. "Que hijos de puta, mirenlos correr" grita un tipo. Ya lo vi un par de veces, es un poco mayor, pero duro para la pelea. La sangre me empasta la boca, y escupo rojo. Alcanzo a ver como golpean a un uniformado que no lleg� a reunirse con su grupo escaleras arriba, y lo est�n pateando en el piso. No me da l�stima, peor es lo que nos hacen a nosotros, trat�ndonos como ganado. Pero ya no m�s. "Que boludo", pienso. "Pensar que baj� por mi propia voluntad, que boludo". �El plan? 25 minutos y estar en casa. Prender la tele y ver alg�n programa hasta que se hiciera la hora de la comida. Ahora, muchas, muchas horas despu�s, no se si afuera es de d�a o de noche. Como si importara. Ac� abajo solo importa el calor, el sofocamiento, el cansancio. Solo queda la satisfacci�n de saber que ya est�n sobrepasados por la situaci�n, porque cortarnos la ventilaci�n, responde a un acto desesperado. Pero igual resistimos...

22.3.06

La cara del dolor futuro

Se hab�a encargado de dejar todo preparado, para poder sufrir la pr�xima desiluci�n. Ya estaba todo listo, solo restaba esperar a que el pr�ximo dolor se presente, rodearse de �l, encerrarse en �l, alimentarse de ese dolor, y volver a crear. Era cuesti�n de tiempo. Y mientras tanto, mientras durara la espera, se entretendr�a con los besos, los abrazos, las caricias y el sexo. Todas esas cosas que necesitaban ocurrir primero. Menos mal que era paciente.

10.3.06

No te salves

No te quedes inm�vil al borde del camino no congeles el j�bilo no quieras con desgana no te salves ahora ni nunca
no te salves
no te llenes de calma no reserves del mundo s�lo un rinc�n tranquilo no dejes caer los p�rpados pesados como juicios no te quedes sin labios no te duermas sin sue�o no te pienses sin sangre no te juzgues sin tiempo pero si pese a todo no puedes evitarlo y congelas el j�bilo y quieres con desgana y te salvas ahora y te llenas de calma y reservas del mundo s�lo un rinc�n tranquilo y dejas caer los p�rpados pesados como juicios y te secas sin labios y te duermes sin sue�o y te piensas sin sangre y te juzgas sin tiempo y te quedas inm�vil al borde del camino y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
De la pluma de Mario Benedetti
Siempre tuve fascinaci�n por este uruguayo. No solo porque cumple con el noble arte de hablar de esas cosas que valen la pena, sino porque lo logra obteniendo un aire de intimidad, de complicidad con el lector, �l, y el objeto de su prosa. Si ya suena trillado, como dice Alejandro, no es por culpa de �l. No deja, incluso, el humor de lado. Lo utiliza como un ariete, rompiendo las m�s duras corazas, para luego dejar penetrar esa miel que es tanto mejor que el az�car. La sencillez con la que puede pedirte una amistad tan piola, que del vecino territorio del amor, ese desesperado, comenzar�n a mirarnos con envidia. Y contar conmigo, no hasta dos, ni hasta diez, sino contar conmigo, para no vendernos simulacros, para que entre los dos no haya telones ni abismos. Y que por una vez, te conviertas desnuda, en el destino de estos labios, en vocaci�n para estas manos,
en el despilfarro de este coraz�n.

7.3.06

60 d�as

El domingo escuch� una canci�n, que por dos meses estuve intentando encontrar. Se complicaba, claro, al no conocer el grupo que la cantaba, ni siquiera recordar la letra. Solo ten�a un leve recuerdo en la forma de dos o tres tonos. Claro, al silbarlos, no sal�an igual que como estaban guardados en la memoria... Pareciera ser que los ciclos en mi vida, �ltimamente, no duran m�s de dos meses. Una canci�n, un duelo, un proyecto. Bien, por un lado. Mal, por el otro. Dos meses no alcanzan para acostumbrarse a nada. Ni a la nostalgia.
Tu C�rcel Enanitos Verdes Te vas amor si as� lo quieres que puedo yo hacer tu vanidad no te deja entender, que en la pobreza se sabe querer y quiero llorar, y me destroza que pienses asi y m�s que ahora me quede sin ti me duele lo que tu vas a sufrir. Pero recuerda, nadie es perfecto y tu lo veras mas de mil cosas mejores tendras pero cari�o sincero jamas vete olvidando, de esto que hoy dejas y que cambiaras por la aventura que tu ya veras sera tu carcel y nunca saldras. Quiero llorar, y me destroza que pienses asi y mas que ahora me quede sin ti me duele lo que tu vas a sufrir. Pero recuerda, nadie es perfecto y tu lo ver�s mas de mil cosas mejores tendr�s pero cari�o sincero jam�s vete olvidando, de esto que hoy dejas y que cambiar�s por la aventura que tu ya ver�s ser� tu c�rcel y nunca saldr�s. Pero recuerda, nadie es perfecto y tu lo ver�s m�s de mil cosas mejores tendr�s pero cari�o sincero jam�s vete olvidando, de esto que hoy dejas y que cambiar�s por la aventura que tu ya ver�s ser� tu c�rcel y nunca saldr�s.

24.2.06

De limpieza

Un par de kilos menos. Eso es lo que tiene el blog ahora. Pas� la escoba e hize un poco de limpieza. Primero, las publicaciones fuera de lugar, fuera de contexto, las junt� y las saqu�. Despu�s, vi esas que ocupaban espacio al pedo, que us� como pretexto para publicar algo. Apiladas y con una banda el�stica, fueron arriba de la biblioteca... Entonces, quedaron a la luz esas que alguna vez escrib�, pero que nunca me terminaron de gustar. Se veian f�cil, porque eran las que menos combinaban con el resto. Perfecto, las encarpetamos y vamos a trabajar luego en esas, a ver si se pueden rescatar. Finalmente, esas otras, que no eran m�s para que las entendiera una persona, las despegu�, las dobl�, y fueron al caj�n de la mesa de luz. Algunas volver�n, otras ya no m�s porque fueron de ese momento y nada m�s, no era su destino persistir. Si extra�an o reconocen alguna en particular, me avisan.

22.2.06

Tiempo de volver.

Quiz�s ya estuvo bien. Quiz�s es momento de dejarse de perseguir boludeces. Quiz�s lo que parec�a importante, ya no lo es. Quiz�s es tiempo de ser aut�ntico, realmente aut�ntico. Quiz�s es tiempo de conocerme m�s. Mierda, quiz�s es tiempo de que sea realmente yo. Volver a ser yo. Quiz�s sea tiempo de escribir una declaraci�n de amor. Quiz�s sea tiempo de Enamorarse de nuevo. Pero Enamorarse en serio. De ella, sin preocuparme por nada m�s. Enamorarme de un momento. De la vida. La vida. Eso que pasa ahora, no despu�s. Eso que es en este momento, no antes. Quiz�s es tiempo de volver.

18.2.06

Preguntas de la vida misma (perd� la cuenta)

�Pueden dos equivocados hacer un correcto? (Lo mismo pero en ingl�s, juego de palabras incluido: Can two wrongs make one right?)
PD: Me cago en Mar del Plata y las putas piedras subacu�ticas y la concha puta madre de Dios en tanga, mehicemierdaelpie.

16.2.06

El eslab�n m�s d�bil

Nadie me manda una cadena para responder. �Por qu� ser�?
PD: Tengo ganas de escribir, solo que no me acuerdo d�nde las dej�

9.2.06

Tantas cosas

"Alguien dijo alguna vez que la mejor terapia para el olvido es el odio, que si ella se va, se debe cuidar de nosotros, porque le declararemos el odio y la guerra. Pero sabes, al final suele pasar que el odio es bastante aburrido... porque adem�s no se lo cree nadie. Quiero decir que a ella no le afecta que el taladro de nuestra mirada le traspase, porque no se siente culpable. Normal. As� que al final uno decide olvidar y tirar para delante, seguir en el camino y en la b�squeda. Hacer repaso de lo que hemos andado y quedarnos con lo bueno... y tirar lo malo. Ella crecer�, espero que no mucho m�s, se casar� y tendr� hijos. Ser� la mujer responsable que todos quisieron, y quiz�s yo tambi�n sea el hombre responsable que todos quieren. La ciudad seguir� imparable, fren�tica. Y nosotros perdidos en ella. Buscando qui�n sabe qu�. Yo qu� s� que ser� de nosotros. Pasar�n tantas y tantas cosas..."
Ismael Serrano
Si te vas, los �rboles del parque seguir�n creciendo, pasar� este oto�o. Se unir�n dos nuevas soledades, se dir�n mentiras, seguiremos locos. En el Metro sonreir�s dormida camino de clase y yo como siempre quiz�s llegue tarde. Seguir� cerrando bares y recuerdos. No aprender� nunca a retirarme a tiempo. Dormir� en la calle, besar� otros fuegos. La ciudad en tu ausencia seguir� creciendo, devorando vidas, haci�ndolas humo. Otros cumplir�n los planes que trazamos, que no terminamos, haci�ndolos suyos. Seguir�s llorando en algunos cines, olvidando todo aquello que aprendiste. Nacer�n mil ni�os y nuevas canciones, y quiz�s alguno, quiz�s, lleve tu nombre. Nuevos simulacros, nuevas confesiones. Si te vas, los �rboles del parque seguir�n muriendo y tambi�n mi fe. Seguir� olvid�ndome las llaves al salir de casa, y quiz� en tu piel haya quien esconda all� tu cansancio, todos sus temores, o quiz�s sus labios. Tantas, tantas cosas seguir�n pasando, que quiz�s las cosas no nos cambien tanto. Tantas, tantas cosas. Pero si te vas, estos d�as ser�n esa sucia y vac�a franja de playa que queda cuando t� te has ido, cuando el mar se aleja y la marea baja. Yo estar� cansado y quiz�s m�s viejo, olvidando estos d�as muertos. Tantas, tantas cosas seguir�n pasando, que quiz�s las cosas no nos cambien tanto. Tantas, tantas cosas.

5.2.06

Despedida

Sabr�s disculparme por esto, pero te concedo una promesa : es lo �ltimo. Ya no vas a tener que regresar para leer todo lo mal o bien que estoy haciendo las cosas, todo lo que sufro o no, y como quiero que el mundo (vos) lo sepa. Soy humano y como tal, necesito per�odos. Este no fue uno f�cil, pero fue mio. En este juego de darle forma de letras a las sensaciones y los sentimientos, encontr� en vos la fuente m�s pura. Creo que en este a�o, casi recorr� entero el espectro, extra�amente (o no tanto, no nos enga�emos) en los per�odos cuando no te tuve (que volviendo a la sinceridad, fueron mayores de lo que me enga�aba a creer). Por todo eso, gracias. Se lo reticente a agradecimientos o buenos tratos de mi parte que te volviste, pero sabr�s entender, estos son los �ltimos. Paciencia. No todo ser�n rosas, lo sabemos. Me he quedado tambi�n con algunas cosas m�s que unos sahumerios comprados de a dos, o un mu�eco nacido en tus h�biles manos. Me quedo con una bolsa de desconfianzas, que tendr� que alivianar en el camino. Me quedo con las dudas, irredimibles, de qu� fue lo que cambi� tanto de Miramar hasta ac�. Me quedo con tu imagen, me quedo con una �ltima salida que no denotaba que nunca volver�amos a vernos. Me quedo con mis dedos cerrando tu boca, para no oir de nuevo lo que antes me at� a vos. No necesit�s extra�arme de ninguna manera, para saber algo que ya sab�s. Y que s�. Me quedo con muchas cosas. Un extra�o amor por Barcelona, incluso. �Me sirvi� todo esto? �Joder! ya lo creo que si. Me vi a trav�s de tus ojos, a trav�s de los ojos de los dem�s. Descubr� muchas cosas que no me gustaron, y vi otras que si, que no cambiar�a por nada. Me sirve entender ahora que necesito ayuda para seguir descubri�ndome, para seguir aprendiendo de mi. Me qued� con este rechazo a la inacci�n, a la postergaci�n, que solo te lo debo a vos, por los motivos errados, si prefer�s. Se que puedo ser mucho m�s de lo que pensaba, y que tambi�n puedo ser much�simo menos de lo que esperan de mi. Me sirve ahora estar solo, porque as� puedo no necesitar a nadie. Y cuando no necesite a nadie, realmente voy a poder amar en serio. Entonces, �me arrepiento de algo? In�tilmente, pero si. Me arrepiento de no haber sido fiel a lo que pensaba. De no haber aceptado ese gesto en forma de CD de Amaral. Si al final, iba a terminar oy�ndolo, nada me costaba dejar de lado un poco de orgullo y aceptarlo. Quiz�s sab�as que as� ser�as recordada de otra manera. �Qui�n sabe? Me arrepiento de no poder ofrecerte otra cosa que esta vulgar manera de expresi�n, porque no puedo hacerlo mejor. De lo que no me arrepiento, es de haberte querido indiscriminadamente. Aunque a lo �ltimo fuera in�til, aunque doliera, aunque tuviera final. Te dije que te amaba tanto, que me hac�a a un lado para que buscaras ser feliz, con qui�n te hiciera feliz. Hoy s� que fue una mentira por varias cuestiones, pero lo dije con sinceridad en ese momento. Fue una mentira primero, porque no te dej� ir realmente hasta hoy. Fue una mentira porque yo no pod�a hacerme a un lado o no, porque ya estaba a un lado. Ciertos sacrificios son sencillos de realizar, cuando alguien ya los realiz� por uno. Fue una mentira, sobre todo, porque sab�a que no ibas a ser feliz. Pero ten�s que darte cuenta vos misma. El amor es lo que cada persona hace con �l. Una cosa es caer en el amor, y otra elevarse. Pero el deseo sigue siendo sincero. S� feliz. No ya porque yo quiero. Sino porque es lo que corresponde. Creo que eso es todo. Ya no podr� en alg�n otro momento ser m�s sincero y transparente que hoy, o qui�n sabe, igual ya no lo sabr�s. A partir de hoy los motivos por los que escriba, te van a parecer tan ajenos, tan impares, que no importar� si sigo siendo yo el que escriba. O si siga escribiendo. Ya no puedo mantener m�s promesas. Y as� como las noveladas no te gustan, voy a hacerla corta: Te am� much�simo. Chau pipi.

3.2.06

Tetralog�

Todo comenz� con un gran da�o que me permit� infligirme. As� naci� Todo. Fue uno de los grandes dolores de mi vida, pero tambi�n comenz� este momento-visagra que me llevar�, indudablemente, a mejores y m�s dulces cauces. Cronol�gicamente escrito �ltimo, pero primero fue publicado El Viaje, como una simple gu�a, con un mapa, un ayudamemoria. Es el resumen light y d�cil de Todo lo que vino despu�s (o realmente, de Todo lo que hab�a venido antes)... Y Todo eso fue El Todo. Uno de los textos m�s directos, m�s concisos sobre Todo lo que sucedi�. Escrito una ma�ana, demasiado temprano. En un momento en que no sab�a si Hoy estaba ah�, o si realmente a�n era Ayer. El tema es que fueron 15 minutos de frenes� creador, d�nde Todo me rebalsaba. Necesit� vomitarlo para realizar la primera depuraci�n, la m�s importante, la m�s asquerosa. Realmente, si pudiera, me sentir�a orgulloso. Pero que cagada, no puedo. Lo que sigui� fueron fragmentos de viaje, momentos de dudosa lucidez, donde no documentaba un viaje en si, sino todas las transformaciones y reconfiguraciones internas, a medida que las sent�a. No es algo que nos suceda todos los d�as, vamos a reconocerlo. No se si la comparaci�n ayuda, pero el renacer de las cenizas, por maravilloso y rom�ntico que parezca, no es m�s que morir quemado, ardiendo en dolor, para luego rehacer algo con esas cenizas. As�, en medio de la REAL nada, se distinguieron los Componentes del Todo. Y me toc� volver a la realidad, esa que creemos est� ahi porque la tocamos, porque nos golpea y duele, que no podemos atravesar por el gracioso juego de los �tomos. Ahi fue, cuando la noche caia estrepitosa y furiosa, cuando el dolor no me di� m�s remedio que odiar. Y fue refrescante, he de decirles. Fue un soplo de energ�a, una elevaci�n nada espirituosa, pero elevaci�n. La odi�, mierda si la odi�. Y tuve que expresarlo, tuve que plasmarlo porque necesita, m�s que nada, pruebas de que eso era cierto. El Odio Todo estaba ahi para demostrarme/le que pod�a odiarla, que merec�a ese odio, pasajero, pero odio al fin. Y finalmente, sobrevino la sorpresa. Fue encontrarme ahi donde nunca hab�a estado. De repente estuve ahi y me vi, me reconoc�, y supe en lo que me hab�a convertido. Supe, adem�s, que todo esto era lo que necesitaba, era lo que inevitablemente ten�a que haber vivido para distinguir cosas, para apreciar cosas. Todo pero Menos es justamente eso. Es el reconocimiento hacia ese yo que no era. Los momento-visagra son as�, como si fuera un espejo que de pronto se solapa, te permite ver toda la imagen (o casi). Y pude verme antes, en ese dolor que me produje, y ahora, reconoci�ndome en otro, no reconoci�ndome en otro. Ahora, siendo hoy el cierre de un a�o muy distinto a los dem�s, solo me debo una cosa m�s: Despedirme.

2.2.06

Adivinanza

�Qu� sale de la cruza de Hern�n, Borges y la serie de televisi�n Lost (Perdidos, para los amigos ib�ricos)?... El �ltimo texto de Hern�n: Los Justos. Dios, Hern�n, no nos das tregua. Me paro y te felicito de pie, porque es un texto maravilloso.

27.1.06

Todo pero menos

La ma�ana est� maravillosamente iluminada. El sol furioso lastima las pupilas y el ruido cotidiano de una ma�ana nueva, a estrenar, es demasiado para los pobres oidos maltratados toda la noche. Voy de regreso, tambale�ndome lentamente producto de la torpeza de los sentidos, atontados por el alcohol. R�o. "No", pienso, "esto est� mal". No debo olvidar el motivo del viaje, no debo olvidarme de ella... Entonces siento la realidad en el pecho. Est� bien la distracci�n, est� bien la saturaci�n de los sentidos, pero el dolor regresa como un puntazo. Se hace presente de nuevo. A�n tengo que volver. A�n tengo que hablar con ella. A�n cabe la remota posibilidad de que gane nuevamente un poco de tiempo, vaya uno a saber para qu�, como si no sintiera ya en demas�a que no es m�a. Lo que tengo que lograr es purificarme de ella, neutralizarla lo m�s posible antes de enfrentar el hecho de que todo apunta a la culminaci�n, al cierre, a la liberaci�n de las partes. Es tan solo esta sensaci�n de adicci�n, a esta necesidad de ella. As�, es como todo el entorno, todo lo externo, queda nuevamente sobrepasado por lo interno. Los p�jaros de pronto comenzaron a cantar menos, o los oigo menos. Los pasos incomprensiblemente se enderezan un poco, los cordones de las veredas ya no son tan imprevisibles. Y duele. Pero a�n as� hay una luz al final del puente. Duele. Pero un poco menos que antes.

25.1.06

Walking Around

Sucede que me canso de ser hombre. Sucede que entro en las sastrer�as y en los cines marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro Navegando en un agua de origen y ceniza... El olor de las peluquer�as me hace llorar a gritos. S�lo quiero un descanso de piedras o de lana, s�lo quiero no ver establecimientos ni jardines, ni mercader�as, ni anteojos, ni ascensores. Sucede que me canso de mis pies y mis u�as y mi pelo y mi sombra. Sucede que me canso de ser hombre. Sin Embargo se�a delicioso asustar a un notario con un lirio cortado o dar muerte a una monja con un golpe de oreja. Ser�a bello ir por las calles con un cuchillo verde y dando gritos hasta morir de fr�o No quiero seguir siendo ra�z en las tinieblas, vacilante, extendido, tiritando de sue�o, hacia abajo, en las tapias mojadas de la tierra, absorbiendo y pensando, comiendo cada d�a. No quiero para m� tantas desgracias. No quiero continuar de ra�z y de tumba, de subterr�neo solo, de bodega con muertos ateridos, muri�ndome de pena. Por eso el d�a lunes arde como el petr�leo cuando me ve llegar con mi cara de c�rcel, y a�lla en su transcurso como una rueda herida, y da pasos de sangre caliente hacia la noche. Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas h�medas, a hospitales donde los huesos salen por la ventana, a ciertas zapater�a con olor a vinagre, a calles espantosas como grietas... Pablo Neruda

23.1.06

Inercias

Qu� dif�cil que la tengo. No solo est�s ahi, a�n ahi, tan metida como podr�as estar metida en un coraz�n que no comprende todo lo mal que le hace, sino que adem�s, tengo que encontrarme con peque�as evidencias de tu presencia, en forma de folletos que parecen una mezcla de publicidad de diur�tico con Boca Juniors... Entro en la farmacia y ah� est�s. No el portafolletos, no los folletos, est�s vos. Est�s en esa farmacia hablando con ese mismo tipo que me est� preguntando que quiero. "Ponstin, Ibuprofeno pedi�trico" y no puedo sacar la vista de esa migaja en el camino, para que yo pueda saber que estuviste ahi. "No, ese no tengo, pero tengo...". Bueno, gracias, pero ya me quiero ir. A la vuelta consigo lo que busco y me voy, casi sin mirar ese pedacito de cart�n que estuvo en tu bolso, en tus manos. Ese que ahora pesa m�s que antes y te cansa. Pero yo tambi�n estoy cansado, y si pudiera hacerlo, te juro que te pedir�a tregua. Es que miralo de este modo. Siempre est�s ahi. Si salgo a la noche, est�s ahi. Si me va mal con alguna, est�s ahi. Porque no siempre nos fue mal, �te acord�s? Peor a�n, si me va bien, tambi�n est�s. Para recordarme que no va a ser lo mismo. Las farmacias te lo perdono, pero te adue�aste hasta de mis victorias. Est�s en mis a�n no dominadas costumbres. Cuando leo el diario y no puedo dejar de ver como te va a ir en el hor�scopo. O en esa imposibilidad al ver una postal (esas gratis, que te gustan), de agarrarla. Veo ranitas en todos lados. O tu cartera de moda. Las polleras, por favor, tienen todas tu cadencia. Est�s en los planes que te dije, iba a llevar a cabo con otras, pero que se de antemano que no van a ser lo mismo. Lo s�... lo s�. No hace falta que me lo digas. Yo hice nuestros, muchos lugares, cuando era lo m�s sensato hacerlos propios. Punto a tu favor. Pero sigo pensando que Palermo es tu territorio, aunque ahora trabaje ahi. El Arteplex, tu fortaleza casi inexpungable. El Caf� del �ngel, un lugar a donde nunca volver. Est�s en el naranja. Est�s en el olor a bazar y te metiste hasta en el sabor del chop suey. Est�s en la suave caricia de la lana. Est�s en cualquier postal de Miramar. Incluso, dibujada en la arena. Creo que ahora te vas haciendo una idea. Entonces, �qu� es lo que m�s me molesta de todo esto? Que no pueda escribir nada m�s que de vos. Por m�s que intente otras cosas, solo quiero escribir sobre vos. Y no solo eso, me revienta que solo est� utilizando este blog, como �nico punto de contacto. Se que est�s ac�, que a pesar de lo bien que estamos haciendo las cosas para evitarnos, a�n puedo tener esa m�nima seguridad que puedo decirte algo. Solo que no se qu�. Si, que te extra�o. Solo eso.

22.1.06

El odio Todo

La odio. Vaya si la odio. Con exactamente la misma fuerza que la amo, la odio. Emerge de m� a borbotones, salpica manchando todo lo que la incumbe. Odio que sea como es. Odio su entorno, odio todas aquellas cosas que la hicieron lo que es. Odio que sea preciosa. Odio que sea incolumne. Odio su ausencia. Odio sus decisiones, sus elecciones. Detesto que seas tan idiota, que no te des cuenta... Afuera, la oscuridad toda rompe contra el transporte. Sigo en la sucesi�n de puestas en escena, en el viaje. Por esos menesteres de la geograf�a, apenas tengo idea d�nde me encuentro, el resto es la fosa oscura de la noche, trag�ndose todo lo que toca. El odio (ya no se si es m�o o universal) alimenta esa negrura, y como una bestia enorme, me cercena violentamente, pero despacio. Me us�. Y me dej� usar. Odio ser tan imb�cil, odio tambi�n no haber antepuesto mi dignidad. Es que la odiaba tanto. Solo puedo ver la hoz lunar, rajando la noche, luchando. Estoy anestesiado, solo siento el vomitivo magma de la desesperanza, del odio tangible, y no hay m�s que eso. Como todo odio, cegador, furioso, es desenfrenado y as� como tal, no es para siempre, es imposible de sostener por mucho tiempo, porque te consume, te desgasta. Dura lo que dura el odio: todo lo que le permitimos que dure.

19.1.06

Componentes del Todo

Abro los ojos nuevamente. Ruta. Mucha. No se si soy yo el que se mueve sobre ella o es la ruta la que pasa debajo mio, de mi yo inmutable. Trato de hacer memoria y no recuerdo el porqu� de la huida. Mentira, ahora si lo recuerdo. Y duele de nuevo. No se si es la sospecha de la traici�n, o si existe una traici�n. Solo se que esta ruta se mueve demasiado r�pido y no se, realmente, d�nde me lleva... La extra�o, aunque s� que no puedo dec�rselo. Lo tengo prohibido por alg�n poder superior. El mismo que me impide acariciarla, o besarla con real pasi�n. El mismo que me niega un abrazo en este u otros momentos. "�Por qu� la amo tanto?" Es lo que el amante despechado, abandonado o temeroso, vive pregunt�ndose. Yo carezco de la respuesta, solo conozco algunos hechos. Cuando quiere, es maravillosa. Y me hice adicto a ella. Adoro la sensaci�n, lo s�. "�Por qu� el amor solo no alcanza?" Esto se lo preguntan algunos que ya han pasado etapas previas de interior desgaste . La pregunta no surge por sublimaci�n del alma, aparece por corrosi�n. No s� porque no alcanza. Quiz�s es el prop�sito de mi huida. Averiguar cosas, enfrentarme a las preguntas que van surgiendo. Saberme nuevo, descubrirme. Me atrevo a dar una reflexi�n l�gica: si el amor no alcanza es porque no es todo. "�Qu� m�s compone El Todo?" Risas. "�Y lo que provoca la risa?" La sorpresa. "�Y lo que provoca sorpresa?" Miedo. "�Y lo que provoca miedo?" Lo desconocido. Me permit� demasiado accesible, demasiado usual. Ante la necesidad de confirmar un cari�o, a costas de que me conociera tal cual soy, aniquil� el componente fundacional que permit�a ese cari�o. Me quiso mientras no supo como era, cuando me imaginaba en gran parte. Cuando supo como era, ya no le quedaron motivos para quererme, para descubrirme. �Entonces ahora quiere a qui�n nuevamente desconoce? No s�. Quiz�s siempre fue asi.

17.1.06

El Bar VIII

De la pluma del negro... El Hombre Sabio se sent� en silencio. El loro dijo: - El amor es una puerta y un beso es la llave. Eso explica el fervor amoroso de todos los parroquianos. Y el car�cter ef�mero de todos los romances. Aqu� nos amamos a paso de b�squeda. Solo nos detenemos a mirar al otro el tiempo indispensable que necesitamos para saber que no es el que busc�bamos. Sin embargo, cada elecci�n incorrecta refuerza la esperanza del amante desenga�ado. El secreto est� en no comprender, en no advertir que no importa c�mo se repartan las parejas. Ning�n amor est� por encima de los dem�s y todas las llaves est�n falseadas. Pero conviene no saberlo.

16.1.06

El Todo

Son las 8 y no se c�mo, pero estoy en una terminal de �mnibus. No se c�mo, pero es como si acabara de nacer aqu�. Es como una vida que comienza ahora, hace escasos minutos, camino hacia alg�n lado. Soy el testigo presencial y ciego de toda la belleza que transcurre ante mi, de cada universo personal, de cada ser que recorre delante de mi estos pasillos, hospedando en sus mentes cada una de sus realidades, de sus infinitas posibilidades...tan distintas a la m�a. Buen comienzo de a�o, pienso. Escapando por primera vez de alguien, realmente escapando. Huyendo de los pensamientos que se van a seguir ahi, que no me van a dejar a menos que los atonte, que los confunda o que los enfrente. Esperando escapar del tiempo, buscando la �nica manera de que transcurra m�s r�pido. La odi�. La odio. Y sin embargo la amo tanto. Me dej� sin palabras, mudo hasta del alma, pero me di� motivos para escribir como nadie. Se convirti� en mi motor y mi alto. No la quiero, y la deseo. La detesto y la admiro. Le deseo lo peor y solamente lo mejor. Ella es toda esta estaci�n, es cada uno de los �mnibus que salen, es cada una de las mujeres que caminan con sus bolsos en camino hacia alg�n destino. Ella es el destino, es el viaje, es la corrida desenfrenada hacia la nada. Es cada uno de los besos que ahora duelen, mierda si duelen, que arden en la boca como un whisky fuerte. Es estos ojos que se cansaron de mirarla, de recorrerla, de intimarla a la caricia que mor�a en intenciones y en mi deseo. Es esta espera idiota que solo hace eso, esperar. Y es nuevamente mi deseo. El deseo de que a pesar de que la odio/amo, pueda finalmente un d�a ser feliz. Que le sea dado lo que tanto anhela, lo que tanto desea. Le debo ahora un certificado de nacimiento. Y un obituario. Es todo. Y es nada.

7.1.06

EL viaje.

No durmi� esa noche, di� tantas vueltas que el mundo necesit� parar un segundo, para poder seguirlo a �l. El calor no tuvo nada que ver, la falta de hambre tampoco. Eran las ideas dolorosas en su cabeza las que lo manten�an despierto. Algo ten�a que hacer, algo, dormir imposible, algo hay que hacer, para escapar, para no pensar, para irse y olvidar. Imposible. Solo eso era lo que o�a. Imposible. M�s vueltas. El Calor, presencia en la habitaci�n, consumiendo todo... Media madrugada. Estrellas pero con el cielo no tan negro, p�jaros que cantan y un tel�fono que suena lejos, el pedido y la confirmaci�n. Entonces, ya estar acostado, dando vueltas, deja de tener sentido. Hay cosas que hacer, escribir mails explicando, dejar notas, anotar lo necesario, armar el bolso y salir. No importaba tener que esperar mientras sea fuera, en otro lado, con gente, con aire, con sol. Arm� (ja! no se pod�a llamar armar a eso) el bolso lo m�s r�pido y ordenado que pudo. Arroj� directamente las cosas adentro y lo forz� de tal manera, que pudo oir quejarse a los cierres haciendo el esfuerzo extremo. �Qu� faltaba, qu� se olvidaba? Limpieza, imposible, no hab�a tiempo. Toalla, innecesario, ya conseguir�a. Avisos, ya estaban todos dados. Mierda, salir por la puerta y listo, era lo �nico faltante. Sali�, viaj� y sin buscar nada m�s que un lugar donde estar para no estar, encontr� muchas cosas. Recorri� todos los estad�os posibles que dos dias ofrecen. Desde caerse y estar en el piso hasta ascender y estar por sobre todo. Encontr� personas, encontr� un lugar, volvi� a estar solo por un momento y a darse cuenta de que siempre hab�a sido �l. Que la vida, tan puta como es siempre, lo hab�a llevado por caminos de mierda, no preciosamente por lo jodidos o complicados, sino por lo c�modos y f�ciles. Se hab�a vuelto viejo antes de tiempo, y no porque el cuerpo no le respondiera, sino porque la mente no le respond�a. La cabeza no le exig�a m�s all� de las simples satisfacciones hipotal�micas producidas por sensaciones baratas. �Qu� carajos estaba haciendo con su vida? Las respuestas, primero de a una y luego en manada, lo atropellaron. No estaba haciendo nada con su vida porque era la vida la que estaba haciendo las cosas con �l. Te pongo ac�, y vos fijate que hac�s. Luego, te doy esta chance, a ver que tal la aprovech�s. Ahora, te quito esto, a ver como reaccion�s. Por eso le estaban ganando de mano, por eso estaba perdiendo lo m�s valioso. Mierda estaba haciendo. Y ahora en dos d�as, hab�a disfrutado m�s de gente desconocida que en el resto de su vida. Se di� cuenta de la vida es lo que pasa por nosotros y no a pesar nuestro. Que como dice el grande, a la vida te la dan, pero no te la regalan. Volvi�. Un viaje no cierra como viaje, si no hay un regreso. Y a�n con la m�sica resonando en los tendones, con la risa retumbando en el pecho, regres�. Y vi�, por primera vez en mucho tiempo, un camino a seguir. Tuvo una pista. O dos. Necesitaba muchas cosas, demasiadas. Pero al menos ya sab�a lo que faltaba. Soporte. M�s amigos. Nuevos amigos. Fuerza. Salud. Bebida. Malas costumbres. Salidas. Risas. Locura. Cerrar y volver a abrir. "Se�ores", pens�, "Aqu� estoy. �qui�n reparte y qui�n es mano?"