26.2.05

La receta

El amor es una situación de perpetuo peligro. Cuando uno ama, siempre corre riesgo de que dejen de amarlo. Entonces se vive en un estado de alarma y cuanto más se alarma, más enamorado se está... Pero como nos sucede a todos lo seres humanos, corremos el riesgo de perder ese amor. Ese es el momento - para todos los artistas - en el que canalizamos nuestros sufrimientos a través de alguna obra. Pero, es ineludible, a pesar de todo siempre quedan fantasmas flotando. A veces sucede que uno sale de un amor grande y entra en uno enorme y después de salir de ese amor enorme no aparece ningún otro. Eso si, cuando se trata de recuperar lo perdido, la mejor receta es hacer nada. Así nomás; no ir a golpear puertas ni tirar piedras a la ventana a medianoche, ni colgarse del teléfono a la espera de una pequeña señal de vida. Si el lugar que me pusieron es el de muerto, pues debo morirme bien. Porque de eso estoy más que seguro: cuando el amor se va... no hay nada mas parecido a la muerte.

23.2.05

El Beso como instrumento de Erotismo Jur�dico

Ciertas cosas, no pueden ocurrir hasta tanto las intrument�ramos, las sell�ramos, las consagr�ramos, con un beso. Ese "primer beso", m�s que una funci�n de placer, tiene una funci�n "escribanil", es como haber sorteado una aduana, m�s all� de la cual uno queda libre para dar otros besos: el primer beso se pide, el quinto ya no... Sirve adem�s, para separar al mundo. �Separar, con un beso?. Si, separar. En dos enormes grupos, los que est�n dentro de un c�rculo de proximidad, de vecindad espiritual y f�sica, y los que est�n fuera. Est�n dentro los que alguna vez me han besado, est�n fuera los que no me han besado nunca. Y ese c�rculo, es un c�rculo restringido, �ntimo, de una enorme diferencia entre los que pertenecen y no a �l. No hay otra maniobra que geste una diferencia tan grande, ni un pr�stamo, ni una venta, ni una sociedad, ni un contrato fortalecen un v�nculo tan enorme como el que un beso produce. Creo en ese valor del beso que en el otro, como ingrediente refinado y art�stico de toda la maniobra er�tica. Desde luego que el beso alli es important�simo, pero tambi�n es de todos los contactos eroticos el que tiene mayor firmeza social. Se puede ejercer en casi todos los foros, casi publicamente, sin herir susceptibilidades, pero tambien tiene un valor emblem�tico que no tienen otros gestos quiz�s m�s osados. En ese sentido hay que valorar al beso. Cuando a alguien no le dan un beso, es mentira que le est�n negando algo peque�o, le est�n negando algo grande. Le negar�an algo peque�o si ya se hubiera besado a esa mujer, muchas veces, quiz�s esa misma noche. Pero cuando le niegan un primer beso, le est�n negando, nada menos, que la entrada a ese c�rculo �ntimo d�nde no cualquiera entra. Un beso es una interrupci�n de la realidad, una interrupci�n del devenir cotidiano, un peque�o gran cataclismo que sucede y altera la naturaleza convencional de nuestras relaciones. Se produce una conmoci�n, se sacuden nuestros esp�ritus y nuestros cuerpos. Y ya no podemos seguir trat�ndonos como antes del beso. No podemos. No podemos reanudar las relaciones legales que ten�amos antes, tenemos que verlas de nuevo, coloreadas por este hecho inmensamente m�s importante que una herencia. Nos hemos besado y entonces, ya no son las cosas como eran antes. Por eso es que no se puede decir algo interesante despu�s de un beso. Porque lo que era interesante antes del beso, ya ha dejado de serlo, y uno parece un tonto diciendo lo que fuere. Y que diferencia, por la entrada al c�rculo que anteriormente mencionamos, entre el primer beso y todos los dem�s. Porque el primer beso es un fin en si mismo, para producir esta nueva relaci�n, los dem�s son un medio para ir escalando por una "escalera de besos" en una pir�mide er�tica, que terminar� vaya uno a saber donde. Pero el primero, no es un escal�n, es un fin, un emblema, una iniciaci�n. Amablemente choreado al Negro Dolina

22.2.05

Las escondidas

El escondite, valioso y secreto, con el que siempre ganaba a las escondidas, era tan mio que hasta ten�a mi forma. Era para mi y me otorgaba reputaci�n... Hasta esa noche de juegos, en el que Carolina entr�, quiz�s sigui�ndome, quiz�s por azar, en mi lugar. Y nos vimos. Supo, entonces, que me hab�a robado algo grande, que a partir de ahora ella no ser�a la misma, ni yo tendr�a ya mi escondite. Entonces la bes�, era la unica manera l�gica de quedar a mano.

19.2.05

Clasificados I

Tengo una cajita con certezas, que fui recolectando en 26 a�os. Algunas vencieron, otras son eternas. A veces cuando no sabemos que mierda le pasa al mundo, es lindo abrir una cajita de estas y volver a las bases, saber que hay cosas que no cambian. Permuto por una bolsa de cosquillas que perd� cuando ten�a 6 a�os.

16.2.05

Los beneficios de la luna

Algunos textos, por lo directos, simples, inmejorables, gozan de una perfecci�n pasmosa. Dicen exactamente lo que queremos decir, si hubieramos sabido encontrar las palabras para decirlo. Esto es de Charles Baudelaire, pero bien podr�a haber sido mio, si Charles no se hubiese adelantado m�s de cien a�os...
La Luna, que es el capricho mismo, se asom� por la ventana mientras dorm�as en la cuna, y se dijo: "Esa criatura me agrada." Y baj� suavemente por su escalera de nubes y pas� sin ruido a trav�s de los cristales. Luego se tendi� sobre ti con la ternura flexible de una madre, y deposit� en tu faz sus colores. Las pupilas se te quedaron verdes y las mejillas sumamente p�lidas. De contemplar a tal visitante, se te agrandaron de manera tan rara los ojos, tan tiernamente te apret� la garganta, que te dej� para siempre ganas de llorar. Entretanto, en la expansi�n de su alegr�a, la Luna llenaba todo el cuarto como una atm�sfera fosf�rica, como un veneno luminoso; y toda aquella luz viva estaba pensando y diciendo: "Eternamente has de sentir el influjo de mi beso. Hermosa ser�s a mi manera. Querr�s lo que quiera yo y lo que me quiera a m�: al agua, a las nubes, al silencio y a la noche; al mar inmenso y verde; al agua informe y multiforme; al lugar en que no est�s; al amante que no conozcas; a las flores monstruosas; a los perfumes que hacen delirar; a los gatos que se desmayan sobre los pianos y gimen como mujeres, con voz ronca y suave. "Y ser�s amada por mis amantes, cortejada por mis cortesanos. Ser�s reina de los hombres de ojos verdes a quienes apret� la garganta en mis caricias nocturnas; de los que quieren al mar, al mar inmenso, tumultuoso y verde; al agua informe y multiforme, al sitio en que no est�n, a la mujer que no conocen, a las flores siniestras que parecen incensarios de una religi�n desconocida, a los perfumes que turban la voluntad y a los animales salvajes y voluptuosos que son emblema de su locura." Y por esto, ni�a mimada, maldita y querida, estoy ahora tendido a tus pies, buscando en toda tu persona el reflejo de la terrible divinidad, de la fat�dica madrina, de la nodriza envenenadora de todos los lun�ticos.

6.2.05

Esquinas

Breve e incompleto cat�logo de esquinas de Buenos Aires, esquinas donde siempre algo sucede... Alberdi y Vucetich: aqui duerme el aroma de jazmines, es un lugar ideal para sentirse enamorado, o para creer en cualquier cosa. Venancio Flores y Acoyte: aprend� a cruzar la calle. Pta. Arenas y San Mart�n: me enter� que iba a ser pap�. Patr�n y Leguizam�n: aprend� que las hormigas rojas picaban. Vucetich y Bonifacio: lugar de reuni�n de una banda de gatos delincuentes. Maullan en silencio para que no se sepan sus planes. Riestra y Oliden: dej� mis codos aprendiendo a andar en bici. Campana y Gral. Mosconi: comenc� a ser pap�. C�rdoba y Riobamba: si Argentina fuera un reinado, aqui estar�a el palacio. Brasil y Gral. Horno: me dejaron plantado por primera vez. Campichuelo y la v�a: practiqu� como ser malo. Esteban Bonorino y Alberdi: engendr� "Buenos Aires a las 5 de la ma�ana" Jun�n y Vicente L�pez: Esper� a alguien por 45 minutos. C�rdoba y Reconquista: la volv� a esperar por una hora y quince minutos. Emilio Mitre y Bonifacio: me daba miedo pasar porque quiz�s ella estuviera en esa cuadra a�n. Riglos y Estrada: desde que estuve por primera vez, quiero vivir ahi. San Juan y Entre R�os: le ense�� a mi abuela a andar en Subte, cuando ten�a 4 a�os. M�xico y Jujuy: esa era MI plaza. Lavalle y Florida: siempre hay alguien se encuentra con amigos o conoce a alguien que necesita conocer. Serrano y Santa Rosa: me pegaron un saque en la nuca que me dio vuelta de adentro hacia afuera. Armenia y Guatemala: un stencil y una frase en aerosol me ense�aron que las casualidades, no pod�an existir y ser tan casualidades al mismo tiempo. Scalabrini Ortiz y Aguirre: Ya veremos.

4.2.05

Hoy todav�a no termin�

Viernes. Diez y cuarto de la noche, entro a ba�arme. Hoy todav�a no termin�. Pero hoy a�n puede comenzar algo. Lo deseo de todo coraz�n.

Preguntas de la vida misma VI

�Por qu� la mayor�a de la gente, cierra los ojos al besar? Anexo: �Qu� significar� besar con los ojos abiertos?