25.11.05

Inicio del Fin

Y pintaba ser un d�a tan com�n, de esos que dudosamente uno recuerda despu�s. Pero ese 4 de Septiembre sorete se le meti� en la vida razgando todo, mutilando el resto del a�o. No fue hasta que di� vuelta la esquina y mir� la plaza, que fue el mundo el que lo di� vuelta a �l. "Que chistoso" - pensaba despu�s - "Justo cuando pens� que estaba todo en equilibrio, fue que todo se fue a la mierda"... Con el tiempo se ir�a olvidando los detalles, las ubicaciones, incluso esa esquina que se torn� para dejarla ver a ella, sentada en las piernas "del otro" en esa plaza. Sus brazos cruzados alrededor de su cuello. Se olvidar�a incluso de esos 30 metros que flot� (no pudo haber caminado, con su cerebro totalmente detenido) hasta pararse frente a ellos. No recordar�a esa mezcla de miedo, de preocupaci�n, de goze en la cara de ella. Ni siquiera de las excusas. Ni siquiera de la definici�n. - ��l es el famoso Gusty? - pregunt� mientras las manos le temblaban. No quiso verla llorar, hubiera perdido el poco temple que le quedaba. Volvi� a preguntar: - �Es �l? Solo obtuvo un "si" en forma de caida de ojos. - Flaco, felicitaciones. No por ella, al final, siempre fue tuya. Felicitaciones, porque de ella seguramente me voy a olvidar, pero tu cara, no me la olvido nunca m�s en la vida. Jam�s supieron cu�nta raz�n ten�a.

24.11.05

Un minuto de Silencio...

Hoy ha fallecido el hombre que le ha ense�ado a generaciones completas a lustrar y pulir. Pat est� ahora en un lugar mucho mejor. Un minuto de silencio para el maestro.

23.11.05

Fin.

Parado frente al espejo del ba�o, pens� en c�mo se hab�a desenvuelto todo, en las discusiones, en los llantos, en los gritos, en los silencios. Record� haberla besado tantas veces, y tantas veces haberle dicho que ya no quer�a saber nada... Y ahora ella no estaba. No estaba y no hab�a dejado nada. Antes de irse, tom� incluso su propio reflejo del espejo y lo arranc�, grabando la sentencia a fuego de que no volver�a a ser vista. Y parado frente al otro espejo, el del ba�o, comprendi� que era hora de aceptarlo. Tom� el cepillo de dientes rosa, y lo arroj� al cesto de basura.

6.11.05

Cereales en la ma�ana

Nunca supo nada, nunca supo que la am� casi desde que tuve la conciencia de lo que es amar. Que incluso siendo ni�os, no pod�a hacer m�s que llamarle la atenci�n, molest�ndola, pele�ndola, solo por la posibilidad de tenerla cerca, de sentir ese brillo �nico de su pelo, y la inocencia en sus ojos. Incluso cada ma�ana, hacer que r�a cuando le mostraba c�mo se ve�an los cereales en mi boca... Ignor� muchas cosas, porque no pude hac�rselas saber. No pudo saber nunca las cosas que pod�a hacer por ella. Ni las que hice. Y ahora es tan tarde, como lo fue siempre. Si tan solo hubiera sabido hac�rselas saber...
(continuar�...)