31.8.05

El extra�o sabor del regreso.

�Volv�? No s�. Ac� estoy, al menos. O eso creo. El tema es que para poder regresar, llamado o no, primero hay que irse, echado o no. Y yo me fui. Me fui por un tiempo, al menos, porque no estaba haciendo un buen uso de mi tiempo, porque no estaba escribiendo ya por gusto. Porque pens� que una cosa era una cosa y otra cosa era otra cosa, cuando ni siquiera eran asi, cosas... �Habr� alg�n m�rito en el regreso? Hace mucho tiempo lei, que no hab�a realmente nada meritorio en regresar, que era una costumbre que incluso, parecer�a extra�a. De tal manera, el �nico prop�sito, siempre, ser�a seguir, continuar. Que el Hombre deber�a constantemente seguir camino, siempre hacia adelante, siempre avanzando, nunca regresar a un punto conocido. Pero, �c�mo tiene lugar el arrepentimiento, reconocer errores, con un paradigma como ese? Pero tambi�n le� una vez de los regresos gozan de cierta sensibler�a noble. Algunos preferimos a veces perseguir la loca idea de que el regreso es posible. Pero no lo es. Ning�n punto de partida, ninguna referencia inicial, se mantiene inmutable, ni en espacio ni en tiempo. Cualquier verdadero regreso es, entonces, imposible. Siguiendo estos preceptos, realmente no he regresado. Al menos no ha regresado ese que dej� el blog a mediados del mes. Ha venido otro, por primera vez, a tratar de escribir un poco m�s en este espacio.

Cereales en la ma�ana

Ya no puedo verlo m�s, me duele su presencia, su constante e inmutable presencia. Me molesta que est� siempre presente, aunque no est�. Ya no se cu�ntos a�os pasaron desde que estoy asi, molesta con �l, con el mundo, con las circunstancias, con la est�pida raza humana. Y lo peor, es que �l, est� yo enojada o no, le da perfectamente igual... Sigue su vida como si nada pasara. Como si nada ME pasara. Como si no me fuera imposible concentrarme en las derivadas, en los procesos l�gicos, o todas esas cosas que quieren vendernos como "�tiles y necesarias" en la universidad. C�mo si toda mi vida no estuviera arruinada por el est�pido motivo de estar enamorada de �l, de quererlo hasta darme asco, de intentar sacarlo de ese mutismo en el que est� sumido, vaya uno a saber por qu�. Irme, eso tengo que hacer. Tomar el primer transporte hacia el destino m�s inusitado, y desaparecer. Mejor dicho, hacerlo desaparecer, de mi vista. Lejos voy a estar a salvo, voy a ser otra, y no lo voy a ver, lo cual es todo lo que necesito. No verlo, no verlo para no sentir que me muero, que lo amo, que lo necesito, que me desgarro por dentro por no poder estar con �l. No sentir que me desangro lentamente, todo por estar enamorada de mi hermanastro.