22.1.06

El odio Todo

La odio. Vaya si la odio. Con exactamente la misma fuerza que la amo, la odio. Emerge de m� a borbotones, salpica manchando todo lo que la incumbe. Odio que sea como es. Odio su entorno, odio todas aquellas cosas que la hicieron lo que es. Odio que sea preciosa. Odio que sea incolumne. Odio su ausencia. Odio sus decisiones, sus elecciones. Detesto que seas tan idiota, que no te des cuenta... Afuera, la oscuridad toda rompe contra el transporte. Sigo en la sucesi�n de puestas en escena, en el viaje. Por esos menesteres de la geograf�a, apenas tengo idea d�nde me encuentro, el resto es la fosa oscura de la noche, trag�ndose todo lo que toca. El odio (ya no se si es m�o o universal) alimenta esa negrura, y como una bestia enorme, me cercena violentamente, pero despacio. Me us�. Y me dej� usar. Odio ser tan imb�cil, odio tambi�n no haber antepuesto mi dignidad. Es que la odiaba tanto. Solo puedo ver la hoz lunar, rajando la noche, luchando. Estoy anestesiado, solo siento el vomitivo magma de la desesperanza, del odio tangible, y no hay m�s que eso. Como todo odio, cegador, furioso, es desenfrenado y as� como tal, no es para siempre, es imposible de sostener por mucho tiempo, porque te consume, te desgasta. Dura lo que dura el odio: todo lo que le permitimos que dure.

1 comentario:

BioPuritas dijo...

Se v� que te han pegado fuerte coraz�n, y cuando se termina duele mucho como se te lee claramente...
tanto odio no puede ser m�s que amor, que se acab�, que ya no est�..., que como odio me gusta que: lo tengas identificado, y tus �ltimas fraces me tranquilicen!
besito y no le aflojes! :)