24.4.06

La Metro Rebeli�n (parte II)

Nunca paramos a pensarlo, pero sonaba l�gico: el escenario ya estaba preparado para que todo esto sucediera. Los �nimos venian caldeados despu�s de semanas de maltratos, de abusos. En realidad, ni ellos ni nosotros ten�amos la culpa, pero quedamos en el medio. Estaba cantado, en alg�n momento se ten�a que ir todo a la mierda... y ese d�a lleg�... Estoy esperando, parado. Feliz, ya que pude salir temprano del trabajo, para no tener que viajar apretado hasta casa. Si no estuviera prohibido, prender�a un cigarrillo para disfrutar el momento. Cuando uno tiene que conformarse con peque�os placeres, llegar 30 minutos antes a la casa, un viernes, se posiciona bien alto en la escala de valores. Pasa la primera formaci�n, sin detenerse. Raro, pero a veces van directamente a los talleres, por alg�n desperfecto. Nada de que preocuparse en realidad, as� que ojeo el diario un poco. Cinco minutos luego, la misma situaci�n. Llega una formaci�n al and�n, despacio, vac�a, las luces apagadas, y sin detenerse comienza a acelerar, dejando en claro que no era para nosotros. "�Que carajo...?" exclamo despacio, para que no me oiga la gente que, lentamente, comenz� a sumarse. Despu�s de otros quince minutos, la situaci�n ya era otra. Las formaciones ya no pasaban y el calor, el amontonamiento y el olor comenzaban a ser demasiado notorios. De que mal humor que me ponen estas cosas, con la frente brillosa y las gotas de sudor que me recorr�an la espalda. Que asco, no solo estaba llegando tremendamente tarde a casa, a mi oasis, sino que me hac�an viajar con todos los obreros, con todos estos negros amontonados... Una hora despu�s, comienzan a resonar los parlantes. Y el grito conjunto, la puteada generalizada. "Paro sorpresivo" (casualmente, hace m�s de una hora que lo sospech�bamos) y la marabunta de manos tratando de alcanzar la boleter�a, para quejarse. Pero en lugar del t�pico representante devolviendo los boletos que la gente pag�, encontramos matones detr�s de los vidrios, anunciando que no se iba a devolver nada. El resto, fue obvio: empujones, gritos, apretes, hasta que alguna mujer cay� al piso, la pasaron por encima, y alguien arroj� la primer trompada...

4 comentarios:

/|- dijo...

holas coraz�n

me gusta tu cuento... ya sabemos cu�ntas partes va a tener? Recuerda que los n�meros m�sticos son m�s fantabul�sticos, as� que si no se acaba en la parte 3 vas a tener que aguantar por lo menos hasta la 7 (y)

mua mua mua

Caperucita dijo...

se ve�a venir...l�stima que no tenias a donde correr!! lo peor no fue lo que pasaba alrededor..lo peor era lo q pasaba cerca tuyo, supongo.. tanta gente cerca y uno sudando como cerdo!!
muy buena narracion.. me senti presente :)
wakis!
y bueno.. q se va a hacer en estos paises?
besitos!

Anónimo dijo...

SI,SI.-SIEMPRE SUPE QUE LO TUYO ERA ESTO.-SOS UN GENIO AMOR.-

Innoble. dijo...

Ay mam�!
Explic� que sos vos, sino van a creer que invento personas para auto-felicitarme :)
Me hac�s poner colorado...