11.1.05

Buenos Aires a las 5 de la ma�ana

Anoche tuve la necesidad de salir a caminar. Una hora y cuarto. Fueron aproximadamente 8 kil�metros o para ser m�s precisos, 7.872 metros. Pero lo m�s interesante es que en esa distancia, hay muchas otras cosas m�s, sobre todo a una hora de la madrugada donde a�n la noche conserva su dominio sobre las cosas... Buenos Aires es una ciudad muy particular, eso ya lo sabe casi todo el mundo. Pero a las 5 de la ma�ana, es una ciudad completamente diferente. En Buenos Aires, a las 5 de la ma�ana, la gente no es quien suele ser. Los pocos que no se esfuman o se vuelven transparentes, deambulan por la ciudad en busca de algo, de alguien, de alguna se�al o la respuesta a alg�n dilema. Se disfrazan de peat�n cruzando una calle, de parejita abraz�ndose en la oscuridad, de taxista o toman la forma de alguien esperando el colectivo. Pero hay mucho m�s, se deja entrever una historia, un pasado, circunstancias que los llevan al sitio donde est�n, a esa hora. Buenos Aires, a las 5 de la ma�ana, tiene muy pocos colectivos, pero tiene muchos taxis. A su vez, Buenos Aires a las 5 de la ma�ana, tiene muchas personas esperando colectivos y muy pocos taxis ocupados. Tambi�n hay muchos puestos de diarios abiertos, pero solo 2 kioskos. Comprar una botella de alguna gaseosa es complicado en Buenos Aires a las 5 de la ma�ana. En Buenos Aires, hace tanto calor a las 5 de la ma�ana como en algunas horas del d�a, por lo que se transpira la remera de igual manera. Lo bueno, es que a las 5 de la ma�ana, uno puede caminar mucho m�s tranquilo sin la remera, mir�ndote en todas las vidrieras que hacen esquina. No hay viejas que se escandalicen, en Buenos Aires a las 5 de la ma�ana, y el resto de las personas que andan por ahi, son casi como espectros que solo se preguntan que hacen all�, a esa hora. En Buenos Aires, cuando no est� bajo los rayos del sol, que todo lo vuelve n�tido, definido, real, palpable, todo toma un aura diferente. A las 5 de la ma�ana, el mundo es heredado por las sombras, y las sombras no se diferencian unas de las otras. El mundo como lo conocemos durante las horas del d�a, se transforma, desaparece, se torna difuso, irreconocible. Se vuelve nuevo, inexplorado, menos seguro. El coraz�n siempre late m�s r�pido y m�s alerta, a las 5 de la ma�ana. Buenos Aires, a las 5 de la ma�ana, tiene calles que bajo otra iluminaci�n, perder�an cierto atractivo que le dan las sombras. A esa hora, las avenidas se igualan con las calles de menos tr�nsito, as�, Corrientes o Rivadav�a no son mucho m�s importantes que Curapalig�e o Esteban Bonorino. Por el mismo motivo, a las 5 de la ma�ana, los sonidos que habitan la ciudad, son totalmente otros, no ya abundantes e intrusivos, sino que son como delicados matices sonoros. Son detalles, son adornos, cuelgan del aire por momentos, componiendo una canci�n. La canci�n de Buenos Aires a las 5 de la ma�ana.

3 comentarios:

Laleft dijo...

Puedo decir que tambi�n anduve Buenos Aires a las cinco de la ma�ana.
Y puedo decir que no lo podr�a haber descripto mejor.

Innoble. dijo...

Mucho me temo que la presencia de un segundo par de ojos, evitar�an al primer par la apreciaci�n de una Buenos Aires a las 5 de la ma�ana.
Quiz�s tambi�n porque Buenos Aires, sobre todo a las 5 de la ma�ana, no se aprecia solo con los ojos. Se usa casi todo el cuerpo.

Sagi dijo...

Si vienes de nuevo, prometo madrugar y llevarte por la de Vallarta, para que veas c�mo se ve Argentina a esa hora.