29.11.04

Obituario III

Era oriunda del signo del carnero, como la anterior y como la siguiente. Su voz, que al comienzo solo hab�a logrado hacerme enojar, con el tiempo me hipnotiz�. Tuve que atarme a un m�stil, como se estila en esos casos... Ten�a una presencia intoxicante y algunos demonios viv�an alojados en su cabello. Lo bueno es que un angel viv�a en su cadera. Tuve que huir de su lado, y siempre estaba ahi. O sab�a como hacerse presente. Me buscaba para ahuyentar sus miedos de soledad, y en eso parece que si le serv�a. Era parte de un aquelarre, siempre es malo cuando son m�s de dos. Y eran tres. Muri� sin darse cuenta. Se enter� y trat� revivir. Pero ya era tarde. La muerte tiene fecha de vencimiento.

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