24.11.04

"Los hijos de puta son eternos"

En cambio, las buenas personas, los verdaders GRANDES, siempre se van antes. Que jodido se hace escribir a veces, cuando tenemos la amplia necesidad de hacerlo, pero las palabras se agolpan en la cabeza luchando furiosas por salir. Se muri� Castelo, la puta madre. Y lo vamos a extra�ar.
De chico quer�a ser como Castelo. No solo porque la idea de tener canas de joven no me parec�a tan disparatada, sino porque para mi, y ya desde ese entonces, Castelo era el ejemplo m�s claro del tipo piola, canchero, amigo, desenvuelto, ir�nico (como pocos). Castelo era eso y muchas cosas m�s. No solo era el due�o de una voz ronca y con personalidad propia, era un seductor natural. Te seduc�a desde su figura, su intelecto, su capacidad de fantasear, su visi�n de la realidad, su lucha, te seduc�a desde su humor, eso tan importante que no deber�a faltar nunca. A�n cuando un c�ncer te est� comiendo los pulmones. Mantener el humor en esos casos es lo que se puede llamar Dignidad, sin dudarlo. Una de las formas m�s sinceras de admiraci�n hacia alguien, creo yo que es la de envidiarle los amigos. Pocas cosas pueden hablar tanto de uno, como lo son las personas con las que pudimos rodearnos y mantener cerca durante nuestra vida. Y Castelo era millonario en ese aspecto. M�s all� de que anoche por la Legislatura Porte�a (en pavada de lugar te velaron, Adolfo) hubo muchas personas que solo gozan de "fama", si pasaron muchas otras personas que tienen el honor de haber sido llamadas "amigo" por Castelo, y que Castelo tuvo el honor de ser llamado "amigo" por ellos. El Honor es esto, y no los t�tulos nobiliarios. El honor de que ambas partes enaltezcan una amistad asi. Hoy en la radio, y en "honor" al se�or de las canas, ese que tuvo el buen gusto de morirse a los 64 a�os, antes de llegar a viejo, se escucha a Sabina m�s que de costumbre. Sabina, una de esas personas que me encantar�a tener por amigo, y que dicho sea de paso, era muy amigo de Castelo. Tanto que en una entrevista, ayer le comentaron: - "[Adolfo] Te quer�a mucho" - "Yo lo s�. Pero ahora s�lo quedo yo para decir lo que lo amaba" Dir� una vieja, esta ma�ana en la verduler�a "Pero mire don, la verdad que los homenajes mejor hacerlos en vida, vi�?". Si do�a, y Castelo los tuvo a todos. Premios, menciones, reconocimientos, fama. Y tambi�n tuvo amigos, tambi�n tuvo el gusto de vivir haciendo lo que m�s le gustaba, dos hijas que lo lloran hoy, pero de emoci�n, porque saben que en el cielo, van a te�ir las nubes de colores con tal de que lo puedan distinguir. Hoy ten�a pensado escribir sobre otra cosa, que ya saldr� ma�ana. Pero en cambio sali� esto. Hoy necesitaba hablar de Castelo. Y creo que no solo de Castelo habl�. Son muchas las cosas que te mueven la partida de un buen tipo. Y los buenos tipos, que son escasos, se mueren de manera escasa. Y uno aprovecha entonces para hablar de todas esas cosas en momentos como este, tan buenos o tan malos como cualquier otro momento. Esta vez no hablamos de la muerte en si, esta vez fueron otras cosas. Castelo, ciudadano ilustre de esta vida, no ten�as que morirte para ser un grande. Ya eras grande antes.

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